Esta vez, mi constante devenir por la geografía ibérica me ha llevado a la isla bonita. Si; esta vez he venido a Ibiza por un asunto importante y, aprovechando que la reunión acabó relativamente pronto y mi vuelo salia a las 16:35, decidí que podía intertar disfrutar de la gastronomía local.
Ademas, siendo temporada baja, no tendríamos problemas para encontrar mesa y, tratándose de un zona turística, las cocinas habren muy pronto para dar de comer a sus clientes extrangeros con horarios extraños...
Las calles de Ibiza invitan a pasear e imaginar tiempos remotos. También tengo que decir que, en mi juventud, pasé temporaditas veraniegas por estos lares y el paseo me trajo recuerdos realmente gratos.
Al final, mi amigo Manolo, que me acompañaba esta vez, y yo decidimos probar suerte en el puerto de Ibiza, cerca de los taxis que nos tendrían que llevar de urgencia al aeropuerto, mas tarde.
Y llegamos al Restaurante La Marina, justo enfrente de la estación marítima de la ciudad, zona que yo recordaba de veranos pasados llena de gente de todos los colores y con ganas de fiesta y que ahora encontraba totalmente vacía.
Nos atendieron con gran amabildad y nos sugirieron su afamada caldereta. No pudimos negarnos.
Acompañada de un Blanc Pescador y precedida de un buen plato de jamón de bellota, nos dimos por bien comidos. Tengo que decir que el arroz estaba perfecto y bien surtido de pescado fresco y mariscos.
Restaurante La Marina
Dirección: Calle Barcelona, 6, 7800 IbizaPrecio: 50,-€
Puntuación: 8/10
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