Lisboa, siempre llena de luz y contrastes, brinda la oportunidad al viajero de recorrer su calles empinadas hasta quedar agotado, disfrutando de tantos entornos diferentes que parece que pases por varias ciudades.
Desde la orilla del río puedes disfrutar de preciosos atardeceres en un ambiente mas fresco, y pasear hasta Chiado desde La Baixa o el Barrio Alto.
Bajando desde Graça, hacia el hotel, visiblemente cansado del tremendo paseo fotográfico, tropecé, una vez mas, con Baleal.
Siempre había pasado de largo, no sé por qué. Su estrechísima puerta me decía "entra"...pero no lo había hecho. Hasta hoy.
Dentro sorprende un local diáfano, sin estridencias decorativas y con un buen número de amables camareros uniformados que te atienden en tu idioma, sea el que sea.
Estos percebes me convencieron de que debía ser su amigo....
El tamaño si importa. De verdad: exquisitos. Llenos de mar y aun precio alucinante.
Unas sardinas que parecían lubinas siguieron su misma suerte.
Y el BACALAO!! Graelhado, como dicen ellos.
¡Qué espectáculo!
Jamás había probado un Bacalao tan rico. Perfecto en todos los sentidos y con una guarnición fantástica. Vale la pena volver sólo por esto.
Y el postre recomendado, de la tierra y de la temporada: unas buenas cerezas!
Y, para colmo, un precio inmejorable. Algo bastante común en Portugal. Y eso que está incluido un wisky de 15 años....
CERVEJARÍA BALEAL
Rua da Magdalena, 265, Lisboa
PUNTUACIÓN: 9/10
PRECIO: 35,-€
No hay comentarios:
Publicar un comentario