Uno de los mayores placeres de los que puede gozar el ser humano es pasear por Lisboa.
Pasear sin rumbo y sin prisa por sus empinadas callejuelas, cruzarse con sus gentes, disfrutar de la música en sus calles y de los olores
Pasear sin rumbo y sin prisa por sus empinadas callejuelas, cruzarse con sus gentes, disfrutar de la música en sus calles y de los olores
Desde Principe Real, bajando hasta Chiado, recorres calles llenas de locales con mucho encanto, donde cantan fado y sirven cataplanas, pero unos músicos callejero escondidos en un pasaje me llevaron hasta Aprazível.
Aquí, una amable señirita me invitó a probar su cocina y decidí aceptar.
Las Almejas en salsa verde estaban realmente ricas.
Pero lo que me dejó absolutamente absorto fue el Bacalhau au Brass.
Sabor, textura, presentación y cantidad. Lo tiene todo. Impresionante. Algún secreto tienen que no me quisieron contar, entre risitas...
El postre, un dulce típico Lisboeta, muy rico y goloso del que no recuerdo el nombre.
En definitiva, un buen sitio para perderse, cuando te pierdes por Lisboa.
APRAZÍVEL
R Garret, 19, Lisboa
PUNTUACIÓN: 7/10
PRECIO: 45,-€
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